Capítulo lll

•COMO (NAME) NARRA SU DÍA LABORAL CON FLOR EN EL MERCADO•

Me chocaba tener un cuerpo tan extraño. Desde las ocho de la mañana ya me había despertado para comenzar mi día de labor. Desayuné unos huevos con jamón y café con una pieza de pan dulce.

Luego comencé a limpiar todo mientras escuchaba un poco de música electrónica. Sí, también me gusta ese género, en especial David Guetta y Dj Tiësto. Son buenos exponentes. Si a tí te gustan esos dos tipos, tienes muuy buenos gustos.

Mandé mi ropa a la lavandería, barrí todo, trapeé, sacudí, limpié muebles ¡y hasta el baño lavé! Creo que me tardé sólo una hora y media. Todavía me dí tiempo para ir al súper y comprar lo de la semana.

Me encontré a Carlos: no iba en su bicicleta. Jajaja.

-¿Qué? Ahh, ya. Vale, ahorita te caigo -cuelgo.

Once la de mañana. Preparo mi mochila con mis llaves, mi celular, y una sudadera por si llueve. A veces en (tu país) suele llover de una forma inesperada.

Salgo del apartamento. Veo al del cincuenta y dos: me sonríe y saluda apaciblemente. ¡cas desmayo! Es tan guapo ese hombre que con solo sonreírte te derrites. El noventa por ciento de todas las inquilinad de este edificio gustan de él; y dentro de ese noventa por ciento entro yo. Lo malo es que no sé como se llama.

Tomo el ascensor. Veo la cámara de seguriad que tantas veces me ha vigilado: la saludo sonriente. "¡Buenos días! :-D", exclamé hacia la cámara. Espero y no me llamen la atención.

Llego al último piso. Que raro, no está el señor Grajales. Salgo del edificio.

-¡(Name)! Acá -me llamó una voz masculina.

Me giro. Es Roberto.

-Hola, tú -le saludé sonriente-. ¿Cómo has estado? -le pregunté.

-Bien, ¿y tú? -me devolvió la pregunta-. Tiene dos semanas que no te veía.

-Pues igual. Yo tampoco te había visto: te noto algo cambiado. ¿Qué te hiciste? -lo miré con los ojos entrecerrado.

Se veía raro: algo se hizo en el cabello, lo sé.  A Roberto lo conocí por una tontería que hice. No la ontaré porque si es algo penosa. Desde se día somos muy amigos. Él estudia Derecho: es bueno.

Supongo que se había ido de vacaciones.

Fue amable al acompañarme hasta el mercado. Platicamos de todo lo que habíamos heco en esas dos semanas que no nos vimos. A él le va mejor que a mí.

Llegamos al mercado a las once y treinta minutos: la gente ya se estaba acumulando en casi todos los puestos. El calor ya se sentía.

Odiaba eso: soy propensa a enrojecer con el calor.

-Flor -sonreí-. ¿Ya vendiste algo? -inquirí. Sonaba medio idiota la pregunta, pero necesitaba saberlo.

-Hmm, doscientos cincuenta pesos en varias blusas -respondió.

-Al menos.

Roberto garraspeó su garganta.

-Ahh, sí: Flor, Roberto; Roberto, ella es Flor -sonrío.

-Hola -dijo Roberto sonriéndole.

-Hola -le dijo Flor, devolviéndole la sonrisa.

No evité reirme.

* * *

Una de la tarde. Hasta ahora todo va bien, excepto por esa chiquilla tonta llamada Alejandra. Intenta robarme a la gente. Anadie le cae bien ni le caen bien su familia: son bien arrogates y egoístas.

Ella me odia a mí solo por llevarme bien con Carlos, el que casi me mata cada vez que pasa con su bicicleta cerca de mí. Apenas y tienes diesiseis la chiquilla. Cada vez que me ve empieza por murmurarle cosas a su mamá: puros chismes, seguramente. El papá es un viejo cerco que no duda en viborear a las chicas frente a su puesto. Que asco me dan.
Me levanto de mi silla: una señora que al parecer no es de aquí desea comprar algo.

-Hello -me dijo la señora.
-Ahmm... .¿hola? -dije. Ay, Dios: esta sñora es americana-. Digo, hello -sonreí apenada.

La señora rió.

-Hija, vengo buscando blusitas para mis hija -dijo. ¿Es bilingüe? Wow. Yo quisiera ser como ella: siempre fui un fiasco en inglés- ¿Tendrás?
-Claro que sí -contesté aliviada-. ¿Cómo de cuáles?
-Espereme tantito: estas niñas andan en otro lado.

Río nerviosa. Miro disimuladamente a Alejandra y a la competencia. Como dirían coloquialmente por ahí: "me pintó dedo" -quiere decir que levantó su dedo medio como picardía-. Los ignoro.
Al ver a las tres hijas de la señora quedo shockeada: son rubias, con ojos azul cielo y con lindos rasgos americanos. Que lindas me resultaron. Espero que no sean muy fresitas.
Creo que ella se emocionaron al ver el lo que había en el puesto: Flor vendía camisetas hechas en serigrafía de diferentes bandas y artistas destacados. No dudaron en gritat al ver todas esas maravillas.
Yo también lo haría.

-Amiga, ¿tienes camisetas de Black Veil Brides? -me preguntó una de las rubias, todavía emocionada.
-Ah... ¿Black Veil Brides? Espera, déjame checarlo -le tiré con guiño.

Saqué una pila de camiseta. No sé porque razón todos me pedían camisetas de esa banda: dicen que tocan bastante bien.
La verdad es que ni los conosco, a menos por tantas imágenes que veo en las camisetas de ellos.
Llega Flor y su hija.

-¿Te ayudo, (Name)? -me preguntó Flor.
-Por favor -le contesté-: ellas quieren camisetas en serigrafía.
-Uy! Esto se pone bueno -rió-. ¿De que quieren, amigas?

La señora se sintió algo avergozanda por sus hijas. Jajajaja. No es botnito que vean a tus cercanos gritar como locos.
Saco seis camisetas de la banda. La chica vuelve a gritar.
Escoge dos. Miro a Flor, mostrándole a una de la niñas unas camisetas de los Jonas Brothers.

-Perdonen a estas niñas -dijo la señora-. Yo que quería comprarles algo más bonito.
-Ay, mamá: nos harás feliz es resto de nuestras vidas -dijo una de ellas, al parecer la más chica.

Flor y yo reímos.

-Tú, amiga, ¿de quién quieres camiseta? -le pregunté a otra rubia.
-Justin Bieber -contestó.

-Otra belieber, ¿cierto?
-¡Sí! -exclamó feliz.

Sólo tenía dos camisetas porque ese también es muy pedido. Me gustaba una canción de él: Somebody to love.
Hicimos la cuenta y fueron trescientos pesos. Suena caro, pero la señora gustosa lo pagó.
Elena, Nicole y Alice: esas eran los nombres de las rubias. Me cayeron bien. Aparte son graciosas.

-Vamos bien, (Name) -anunció Flor-. Gracias por venir a ayudarme.
-Descuida. Sino en mi casa estaría como flojonaza -reí.

* * *

Éste día fue muy agotador. De la  nada nos llegaron muchas personas: casi todos chicos y chicas. Las camisetas en serigrafía les gustaron demasiado.

Marisol casi se nos pierder, en fin.

Luego entre Flor y yo tuvimos que hacer un corte total, y guardar la mercancía que subró. Eran las cinco con siete de la tarde.

La chiquilla llamada Alejandra y su familia arrogante por fin se había ido: una hora antes que nosotros. ¡Que bueno!

Creo que ni comí. Fueron tantos los chicos y chicas que po un momento pensé que se robarían algo.

Hasta un tipillo me dijo: "¿Cómo te llamas, amiga? Yo soy Germán. ¿Cuándo nos damos una vuelta?". Es lo más estúpido que pudo haberme dicho un desconocido.

Flor me deja enfrente del edificio en su auto. Los pies me dolían horriblemente y las tripas ya me rugían.

Gané doscientos presos por ayudar :-D. Ya es algo.

Creo que ya no recuerdo nada después de que llegué a mi apartamento: comí algo leve y luego me tiré a la cama.

¿Cerré la puerta y le puse pestillo? ._. Joder.

¡Holaaaaaa! Paso a reportarme :-D. Hmm, ¿soy yo o la vida de (Name) es muy aburrida? e.e Jaja no es nada personal, creanme xD. Espero que os estéis gustando los capítulos que he hecho. No son lo mejor del mundo, pero intentaré mejorar.

¿Sabían que...? William Shakespeare, uno de los grandes iconos del romanticismo, era una de las personas más amargadas dentro de la sociedad de su época. Por fuera demostraba muchas cosas, por ejemplo, mucho sentimiento en sus escritos, pero por dentro era muuy frío.

Woow, le doy créditos al que fue mi maestro de Español xD. Bueno, ahora ya sabéis esto xD. Acostumbrense, luego iré posteando más.

En fin, me voy. El capítulo cuatro vendrá algo interesante. Espero y le entiendan a la narración de cada capítulo (o sea, de (Name) y Bill).

¡Adióoooos!