Capítulo ll

•DONDE BILL CUENTA LOS TIPOS DE ESTRÉS EN SU VIDA TANTO SENTIMENTAL COMO LABORALMENTE•

3O de enero del 2O12

Nevada, Las Vegas.

-¡No me dejes hablando sola! -gritó furiosa- ¡Kaulitz! 

Entro al auto. Suspiro, dejando mi chaqueta y mi portafolios en el asiento de copiloto. Lo enciendo.

Ésta es la décima vez a la semana que nos pasa. No lo entiendo, ¿acaso yo he hecho algo mal? Y si así fuera, ¿qué es ó qué fue? Quiero reparar lo hecho, pero ella se niega,

"¡Toda la culpa la tienes tú!", me dijo Isabella la noche anterior.

Aún lo recuerdo... Me tiró todo lo que tenía  a su alcanze, me dijo tonteríss... más no lloré. Eso era para nenas. Lo único que pude hacer fue dejarla en la habitación e irme a domir a la sala; y luego ella se fue a pedirme perdón, la perdoné.

Ahorita en la mañana volvió a insistirme por un mal entendido que ocurrió en la oficina: discutimos y bueno.. Pasó lo que pasó.

Me voy dirigiendo al trabajo. Pienso seriamente que haré con Isabella: ya no lo aguanto. Sí la quiero, pero nos faltó conocer y tratarnos más.

Tomé la decisión demasiado rápido.

Dios míos, ahora entiendo un fragmento de la canción Yesterday de The Beatles:

Yesterday,
All my troubles seemed so far away,
Now it looks as though they're here to stay
Oh I believe in yesterday.

Suddenly,
I'm not half the man I used to be
There's a shadow hanging over me
Oh yesterday came suddenly.

(Ayer
Todos mis problemas parecían tan lejanos
Ahora parece como si estuvieran aquí para siempre
Oh, creo en el ayer.

De repente
No soy ni la mitad del hombre que era antes
Hay una sombra que se cierne sobre mí
Oh, de pronto llegó el ayer.)

Bien dicen que cuando estás feliz disfrutas la canción, pero cuando estás triste entiendes la letra.

Llego a los estudios de "AMRD Music". Dejo mis Audi Q7 estacionado y salgo de él con mi portafolios y mi chaqueta.

Entro al edificio.

Ver a toda esa gente comienza a estresarme: no tardarán en venir hacia mí.

-Kristen, informes -le ordené, quitándome esas gafas que ya comenzaban a estorbarme.

-Bueno, Universal Music (tu país) firmó un contrato con la banda Gemstone -me informó, caminando a la misma rápidez que yo.

 -No puede ser -digo, frustrado.

-La compra-venta de instrumentos comienza a bajar con un quince por ciento; y una nueva banda proveniente de Ottawa, Canadá desea firmar un contrato la la empresa -dijo al final, revisando un I pad.

¡Esto no puede ser! ¿Universal Music (tu país) nos quitó a esa importante banda llamada Gemstone? Desde hace tiempo estuvimos batallando con es disquera, pues no habían estado robando a una buena cantidad de artistas y bandas muy reconocidas.

Simplemente no lo puedo creer.

Ahora la compra-venta decayó en un quince por ciento. ¿Tan bajo hemos caído? ¿Tan malo lo estamos haciendo?
Y todo esto por la culpa de George: no debí dejarle todo el trabajo. Es un novato todavía.
Creo que he descuidado demasiado el trabajo por consentir a Isabella.

-Esto es un desastre -anuncio, sentándome en mi silla giratoria. Recuesto mi cabeza.

"¿Divorciarme? No: ella jamás lo aceptaría", pensé.
Necesitaba otros métodos para ponerle solución a todo, tanto laboral como sentimentalmente.

-Tú, Bill. ¿Qué paso? Tienes cara de jodido ante un estrés hídrico -dijo Tom, mi hermano.
-Jódete. Éste día ha sido el peor de todos en la vida -resoplé.
-No me digas: Isabella -concluyó.
-Sí -lo pensé-... Bueno, no toda la cilpa la tiene ella. Es solo que... todo me está saliendo mal: no era lo que yo esperaba, Tom.
-Exacto. Y eres un idiota -dijo con franqueza. Ambos sabíamos a lo que se refería al llamarme idiota.
-Ya lo sé -suspiré. Tenía razón-. Se me está saliendo todo de las manos, carajo -dije en un murmuro.
-Tal veznecesitas darte un tiempo -suspiró-. No sé, haz un viaje, toma aire lejos de aquí... Haz algo: te he notado uy estresado y cansado desde hace 4 días -declaró algo preocupado.
-No te preocupes, no volverá a pasar -sonreí. Quería que mi sonrisa fuera convincente.
-Claro. Tu sonrisa forzada no me convence. ¿Por qué no te divorcias de Isabella? Ella es la que más estresado te tiene -expresó, sentándose en un pequeño sofá.
-Déjate de estupideces. Mira que ahorita tengo que atender la empresa y empezar a crear estrategias para que la competencia no nos robe a más artistas. Olle, ¿sabes qué carajos hizo George en mi ausencia? Todo se vino abajo con él.

Al recordar es estallaba de la rabia.
En cuando viera a ese pendejo lo mataría.

* * *

Conté hasta diez.

No lo maté en plena recpeción porque me daría vergüenza que todos me vieran mientras la policía me llevaba detenido por homicidio agravado. Aunque ganas no me faltaban.

Ni sé para que fue George, pero sí admiro su actitud valiente de querer venir para aclararme todo.

Es por eso que no quiero darme ningún "tiempo", como dice Tom. Quiero arreglar este asunto YA.

-Bueno, ya lárgate, George -le dije, frotándome lentamente las sienes con los tres dedos mi manos.

-Amigo, en verdad lo siento -declaró. Su cara reflejaba arrepentimiento.

-Sí, sí. Adiós.

Y se fue.

-Dios mío, ¿qué haré ahora? -miré hacia el techo, pasándome una mano a través del cabello.

A veces quisiera dejar todo y ya no saber nada de nada.

Pienso en tomar ese descanso que ya me había dicho antes Tom: completamente solo, sin ninguna molestia, disfrutando de alguna playa o isla. Wow. Me lo imagino todo.

-¿Y? ¿Aceptas o no ese descanso? Yo me comprometo a hacer todo el trabajo por tí; eso sí, correctamente -interrumpio Tom mis pensamientos.

"Este hombre se parece casi a mi sombra".

-No lo sé. Ey, ¿quieres dejar ya de joderme? -le pregunté.

-Hasta que aceptes. Mira, yo te lo pago, ¿ok? -me sonrió.

¿Para qué? Ambos sabíamos que el dinero hasta nos sobraba. Yo podía comprarme mi boleto de avión, mi hospedaje, etcétera.

Eso era lo bueno: tener todo eld inero que quería gracias a "AMRD Music".

-Deja que lo consulte con la almohada: ya hasta la maldita cabeza me duele por todo lo que ha pasado -bufé.

-Eso se llama ESTRÉS, Bill.

-Ni lo menciones: me recuerdas de inmediato a Isabella -fruncí el ceño.

Tom rió burlón.

* * *

Lleog a casa. Al entrar itiro el portafolios y chaqueta al sofá mayor. Tan solo veo todo y se siente el estrés de inmediato -¿cúantas veces he dicho ya la palabra ESTRÉS?-. Subo a la habitación.

Veo a Isabella: parecía que me estaba esperando. ¿Ahora que me tiene preparado?

-Bill, tenemos que hablar -dijo Isabella, dejando un libro en la cama.

"Que no sea una estupidez, por favor".

-Dime -dije.

-Siéntate.

Me siento frente a ella.

Por como veía el ambiente y voz de Isabella sí era algo serio.

¿Estaría embarazada? Ay, Dios. ¡Me mato! No es que no quiera tener un hijo, pero este no es el momento. Además, yo no soy muy paciente con los niños.

-A ver, dime -dije, algo impaciente.

-Quiero el divorcio -anunció seria.

Quedo perplejo.

Al menos ella me lo pidió y yo no.

-¿Qué? -exclamé.

¡Holaaaa! Aquí os dejo éste segundo capítulo. Hmm, soy yo o me quedó corto._. Sí, ¿verdad? Bueno, pero lo hice con toda mi dedicación y con todo mi amor para vosotras. ¡Espero y comenten! Eso me motiva y bueno.., ya eso vosotras lo sabéis.

Sin mas que deciros, me voy. Cuidaos mucho. ¡Adiós!  
PD: perdon por este capítulo tan pobre de palabras. O sea, se nota que estuvo muy monótono :$.
PD2: bueno.. por si no lo sabéis, hoy es aniversario de Ria Sommerfeld. Sí, esa tía la cual todas las aliens odiáis. Bueno, yo no la odio: sólo me cae mal ;-D. Jajaja ahmm, ¿cuántos cumple? ¿27? ¿28? Da igual: ojalá se la pase bien.xD
Ahora sí, ¡adióos!