Capítulo X [+Bonus]

•COMO UN LOCO PSICÓPATA•

-Oh, mira ¡qué bonito! -exclamé, colocándole en el ído un caracol hembra a Marcella- ¿Lo olles?

-Sí -dijo Marcella.

(De aquí en adelante todo es un FlashBack)

El sonido del mar en el caracol era impresionante. ¿Cómo se hacía eso? Me sentía atrapado con esa conchita.

Caray, parecía niño chiquito conociendo algo nuevo porque todo el día estuve con Marcella de un lado para otro recorriendo parte de Cabos San Lucas. Desayunamos tranquilamente mientras ella me decía a que punto iríamos. Lucía muy linda, como toda una niña de su edad: pantalones que le llegaban hasta las pantorrillas, una blusa con estampado de Queen -conoce a la banda desde que tiene seis años. Ahora la amo- y sus converse blanco de botín. Yo para no intimidarla -quería andar en camisa de itrantes, bermudas y sandalias- me vestí unos pantalones azules, tennis Nike grises, un chaleco de mezclilla junto con una gorra negra que hacía juego con todo lo demás.

El desayuno estuvo sensacional: algo típico de ahí.

-¿Y a donde iremos primero? -le pregunté a Marcella emocionado, frotándome las manos.

-Bueno.. Antes que nada a conocer el ayuntamiento y sus alrededores: no duraremos muchí ahí -respondió.

-Ajá, ajá. ¿Después? :-D

No sé... al malecón de Los Cabos y luego a.. donde estén puestos o.. una zona artesanal, ¿qué tal? -me miró sonriente.

-Perfecto -acepté.

-¡Ah! Y te enseñaré donde hay antros, bla, bla. Ya sabes, para que te diviertas un rato por las noches.

-Bien. ¿Nos vamos?

-Claro.

Creo que las manos me sudaban de tanta emoción. El señor Roberto ya nos esperaba en una Jeep platinada. El clima perfecto: un bueno sol acompañado de un aire fresco.

Esuchabamos a Queen con la canción Radio Ga Ga. Valla, Marcella tenía buen timbre de voz: canta muy bien. No quiero presumir ni mucho menos, pero yo también canto genial: todo mundo me lo dice. No sé porque la música no llena mis expectativas: solo lo considero como un pasatiempo.

Agradezco a la chiquilla que llevaba el disco Greatest Hits II: todas esas canciones son épicas, joder. De ahí me gusta más I Want To Break Free y Kind Of Magic.

-¿Tienes el acetato de A Nigth At The Opera? -exclamé impresionado- Ash, yo no: solo tengo sus casettes, trece álbumes de estudio, los tres recopilatorios y solo uno en vivo -gruñí.

-Wow. A mí me falta Queen II, Innuendo, Queen LIVE Killers y News Of The World -sonrió.

-Como te envidio: quisiera tener ese acetato -arrugé mi nariz.

-Seguramente aquí venden discos también: luego iré para buscar los demás que me faltan. ¿Me acompañarás?

-Claro -sonreí-. Uy! Ahí viene mi canción favorita: I Want It All.

Justo cuando comencé a cantar había sonado mi celular. Era Tom.

La sorpresa que le daría.

-¿Bill? Hijo de puta, estás bien -suspiró aliviado.

-¿Por qué? -sonreí para mí mismo.

-¿En dónde estás? ¿Con quién? -preguntó.

-Calma, tio. ¿Qué te pasa? -reí levemente.
-Cuando ibas para México mandé a alguien allá un día antes para que te llevara a un hotel y cosas así. Te estaba esperando en el aereopuerto; yo pensando que estabas con la persona no te hablé. Ayer me habla la persona a las diez de la noche y me dice que no estás con él: ¡joder! Pensé que te habían llevado a otro lugar ¡o qué sé yo! -dijo espatandp- Puto, ¿por qué no me contestabas el celular? -preguntó ya más calmado.

Río.
Esto era divertido.

-Bueno -hice una pausa y luego continué-, se descargó el celular y lo dejé carcgando tod la noche. Hasta hace porquito lo encendí. Lo siento. Olle, ¿ves lo que causas con tus decisiones? ¿Qué tal si me llevan a otro lugar y tú muy confiado? Que idiota.
-Venga, venga ya. ¿Con quién estás? -inquirió.
Pues -miré a Marcella: estba muy curiosa por mi llamada "extraña". Sonreí-, digamos que con una nueva amiga -expliqué-: nos conocimos en el avión.
-¡Uf! Al menos. ¿Y está bonita? -preguntó pícaro.

Gruñí.

-Me das ganas de cachetearte, en serio. No te preocupes, estoy bien -le aeguré.
-¿En qué parte están?
-Que te importa -reí burlón.
-En serio, responde.
-No. Por andar de graciosito.. y pendejo -susurré esta última parte.
-Ojalá y te viole un buey, cabrón. Ok, ya no insisté -bufó.
-Gracias. Bueno, te dejo: tengo muchas cosas que hacer con mi amiguita.

Molestarlo me encantaba.
Tom siguió con sus zartas de palabras y mejor colgué. Marcella no dudó en preguntarme quién era: le dije que mi hermano.
Continuamos platicando sobre nuestro amor hacia Queen -ay, carajo. Que marica se escuchó eso- y demás. Por ahí ella aprovechó para contarme más sobre sus preferencia musicales: es toda una rockera-metalera junto con otros géneros. Odia la balada, el pop romántico y una cosa llamada regg.. regga... ¡Ay! Se me hace difícil pronunciarlo, pero el caso es que solo escucha música en inglés: lo lleva en las venas. Algunas vecs escucha en música en español. Ama las bandas legendarias de épocas pasadas como: The Beatles, Queen, Oasis, The Rolling Stones, Nirvana, Kiss, Guns N' Roses, etcétera. Tiene un excelente gusto. Le gusta tambiuén la música tecno y electrónica: Skrillez, David Guetta, Edward Maya, entre otros.
Concuerdo en los gustos de Marce: todos los antes mencionados me gustan igual. Pero no como Queen.

Cuando llegamos en donde se encontraba el ayuntamiento de la ciudad me impresioné: no era tan ostentoso como en Las Vegas o así. Lo mejor fueron los parques que le rodeaban. Con mi celular le tomé foto a todo.

-En las noches haccen espectáculos con luces: se me muy bonito -dijo Marce.
-Me imagino.

Caminamos en sus alrededores. ¡Fiu! Que calor ahí. Tuvimos la oportunidad de comprarnos un helado: ella de limón y yo de café.

-¿Sabía queel helado baja los niveles de enojo y/o agresividad? -comentó Marce.
-¿De verdad? Wow, entonces tendré que comer a diario un kilo de helado -reí.

* * *

-¡Espera, Bill! ¡Espera! -gritó Marcella.

-Lo siento -me detuve, jadeante.

-No pensé que te fuera a gustar tanto este lugar.

Reí.

"No me gusta, me encanta".

Estuve con ella todo el santo día recorriendo una plaza de artesanías: corría como un loco psicópata por todos lados. Quería explorar todo. Lo peor es que me llevaba a la chiquilla de corbata: la jalaba del brazo cuando veía algo sorprendete fuese donde estuviera el local. Hasta la gente se me quedaba viendo con cara extrañada. Al carajo con la gente: estaba emocionado.

Y de hecho escuché a dos chicas decir algo así cuando pase con Marcella para ver unas lindas pulsera:

"-¿Será su hija? ¿Viste como la llevaba el tipo ese? Casi le arranca el brazo -dijo una poco sorprendida.

La otra rió.

-Pues dudo que un tipillo güero saque una hija morena -añadió burlesca-. Ha de ser su sobrina o algo así".

Gracias a la traducción de Marce al inglés pude entender lo que ella dijeron. Me causó gracia lo que dijo la segunda chica. Yo tampoco creía que el padre de la chiquilla fuera blanco y ella saliera morena, pero en fin, la genética nos sorprenderá siempre.
Ignoré eso después de varios minutos y seguí adimirando cada artesanía: todo era tan precioso. Ni idea de cuantas cosas compré de recuerdos: cuando regresara a Las Vegas todos tendrían cositas de Cabos San Lucas.
Desúés fuimos a un restaurante cerca de la playa: Baja Cantina (que extraño me escuchó intentando decirlo en español). Por ahí compré dos caracoles recién salidos del amr. Uno macho y uni hembra: el sonido del mar se escuchaba bien claro.

-Bill, ¿cuándo te regresarás a Las Vegas? -me miró la castaña.
-En dos semanas, creo. ¿Y tú? -le pregunté.
-Ya no regresaré -contestó-: dentro de poco se acaban mis vacaciones-bufó.
-¿De verdad? Oh. Entonces regresas a la escuela -supuse.
-Ajam. Faltan cuatros meses para que acabe el quinto año -sonrió.
-Valla, que genial -le devolví la sonrisa-. Yo en dos meses soy soltero por completo -pensé esta última parte.
-Bueno, ya acabé, Bill. ¿Puedes pagar todo con esta tarjeta? -me la dió.
-Ok.

Y así es como fue mi día en Cabos San Lucas. Por ahí nos dimos tiempo de pasar por unos buenos antros: Marcella me indicó los más destacados de la ciudad. Que emocionante: tenía tiempo ya en no visitar uno.
Y en este no habría excepción para no asistir a cualquiera de estos.


¡Holaaaaaaaa! :-D Ahmm, bueno, aquí os dejo el capítulo diez. Espero y os haya gustado. Hmm, aquí también os dejo la reseña de Las pasiones de Juan. Dejo todo a vuestro criterio :-).

Las Pasiones de Juan narra la historia de un bailarín de ballet, que en su estilo de hombre mujeriego, decidió estudiar el arte de la danza, por la posibilidad que ésta le brindaba para conseguir mujeres hermosas para conquistar, y de ésa manera poder alimentar sus hormonas y el elevado ego que conservaba con la complicidad de su espejo. Cada escena cuenta una historia nueva y diferentes expeciencias cargadas de erotismo y sensualidad que le dan a la novela un toque picante, mágino y natural. Es una historia de pasiones secretas y excitantes, que al mismo tiempo nos enseña un amplio panorama acerca de las debilidades de la carne y la responsabilidad. Juan es un hombre que con el paso de tiempo va abriendo una brecha que lo pone en un abismo cada vez más peligroso, donde, después de haber puesto en juego la vida y los sentimientos de muchas mujeres, tendrá que librar una fuerte batalla personal para poder salir avante de su propia trampa. Juan necesita una lección para entender muchas cosas que aus treinta y cinco años aún no conoce de la vida. Pero nadie sabe los alcances de su conciencia; nadie podrá jamás descubrir su verdadero mundo.

Las Pasiones de Juan es una historia actual que te despertará todo tipo de sentimientos carnales, y al mismo tiempo... pondrá a temblar tu espíritu.

Autora: Emperatriz Sánchez Londoño.

Editorial: Ediciones B.

Bueno, esto es todo. Ya vosotras sabéis: la adaptación o la historia creada por mí.

Cuidaos mucho. Muchas vibras positivas. ¡Chao, chao! :B♥